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A jugar a la Guerra...

Están los dos bandos distribuidos en 20 cuartos configurables para cada ejercicio y un director del juego en un sitio especial. Este es el juez absoluto, puede ver y cambiar todo sobre la marcha controlando las alternativas y características de la crisis.

En cada cuarto que semejan los puentes de mando o centrales de operaciones donde juega el rol de un capitán de navío o almirante, hay tres o cuatro computadoras. Aunque el sistema operativo usado, el Windows NT, es multitarea, lo aconsejable es que una máquina sirva de centro de comunicaciones y la otra, u otras, se ocupan de la simulación gráfica.

En el puente de mando ficticio habrá también teléfonos, televisión y máquina de fax. El teléfono permitirá comunicaciones internas entre habitáculos, así como hipotéticas transmisiones VHF y UHF.

Un juego de guerra tiene una duración variable según el Capitán Martinez. Puede extenderse por varias horas o días, haciendo pausas para el descanso. Para el último "Amura", por ejemplo, fue un lunes y un martes completo. En algunos casos se aceleran los tiempos de la simulación.

Se pone a disposición del usuario operadores duchos en el programa -pueden ser suboficiales-, aunque la toma de decisión siempre es responsabilidad del jugador.

Cualquiera de los equipos puede ocupar uno o más cuartos, comunicados por los medios de los que dispone. Puede ser que una flota completa sea un único puesto de mando o que el oponente sea un solo submarino.

El Almirante Delamer exlica que en todo momento tanto los azules como los colorados son rigurosamente vigilados por un Big Brother , el director del juego, que tiene potestad para intervenir los teléfonos de los alumnos, así como leer el correo electrónico o ver en pantalla todas las decisiones tácticas o estratégicas.

El Capitán Manino agrega que , ya que puede cambiar imprevistamente las condiciones del conflicto, puede, agregar mal tiempo que impida que los aviones Neptune partan desde sus bases para detectar la flota enemiga o reducir el alcance de los radares.

¿Y para qué está la televisión en los cuartos? "Con ella, los participantes pueden recibir supuestos noticieros con información sobre la crisis. Pero cuidado, ya que a veces ésta puede contener carne podrida , por lo que hay que saber evaluar lo que dice el periodista".